Comenzó a hablar de ello tras
analizar concienzudamente “lo que ha crecido este niño”.
“Si hombre, si yo te conocí
cuando eras así de pequeñín” ha afirmado, poniendo su mano derecha a algo menos
de un metro del suelo, mientras tu sonreías buscando alguna ruta de huida. “Si
es que el chico ahora viene muy poco al pueblo, está muy liado con los amigos y
las chicas por Madrid” ha comentado tu abuela con un tono dolido mientras te
miraba de reojo para que te dieras cuenta.
A continuación la vecina ha
amenazado con no continuar su camino hasta que recordaras alguno de los
momentos vividos con ella, pero se ha distraído con la llegada de su marido.
“Pero cómo te va a conocer el chico, si hará ya más de diez años que no nos ve”
le ha dicho este, lo que ha desembocado en un arduo debate acerca de lo rápido
que pasa el tiempo y que “hay que ver lo poco que nos queda ya hija, si es que
estamos muy mayores”.
Afortunadamente las fuerzas del orden público han
podido aprovechar ese momento para sacarte de allí y llevarte a un lugar seguro,
aconsejándote extremar las precauciones bajo el riesgo de que te vea alguna de
las chicas con las que estuviste en la piscina el año pasado e insista en que
“este año tienes que venirte a las fiestas, que van a estar mejor que nunca”.
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