Tras convivir con el cómico
durante el pasado verano en la campaña El
repartidor de Kalise, varios miembros del equipo publicitario de la marca,
han abandonado sus puestos de trabajo para poder asistir a todos sus monólogos.
“Es adictivo” nos confiesa uno de
ellos. “Ya nos los sabemos todos, podemos doblar el texto mientras que el
habla”. “No hemos dejado de seguirle desde que sacó el show de Al fin solo, lo cual no deja de ser una
gran ironía” explicaba otro.
Por su parte, Goyo Jimenez se
muestra confuso. “Hasta ahora, lo de que la gente se supiera mis monólogos
palabra por palabra solo me había pasado con I want to live in América.” “Si hubiera cobrado derechos de autor
por cada vez que se ha representado ese monólogo en algún festival, ya tendría
para comprarme Kalise entero” murmuró meditabundo acto seguido.
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