Tu grito "sois unos cabrones, a mi ya no me veis más
por aquí", dicho mientras te sujetaban tus amigos para que no cayeras al
suelo, realmente le llegó al alma.
“Cuando se enteró del incidente salió corriendo de la cama
y ha pasado la noche recorriendo la ciudad para encontrarle y rogarle que
vuelva” nos confiesa su mujer, preocupada. Tras buscarte en todos los locales
de alrededor, acabó llorando entre cervezas. "Los cientos de personas que
entran semanalmente no significan nada para mi si no está él" declaraba
entre sollozos.
Según hemos podido confirmar, el grupo de chicas que te
miraban comentando "mira como va ese", ha afirmado que sin ti la
discoteca no es lo mismo y ya no saben si entrarán. Posteriormente han visto
entrar un grupo de rubios de metro noventa y han corrido a pagar tras ellos.
Por su parte, el encargado de seguridad que te echó de la
sala tras vomitar en la entrada, considera que "algunas cosas de las que
le dijiste fueron my feas", aunque admite que tu rabieta le cambió la
vida. “Después de que me gritara que no tengo estudios y no voy a llegar a nada
en la vida, me estoy planteando ingresar en la universidad para adultos. Necesitaba
que me dijeran algo así, ójala alguien lo hubiera hecho antes.”