“Es francamente vergonzoso, ya
llevo dos meses usando este desodorante y no me ha caído del cielo ni una sola
mujer” ha declarado. “Incluso me vestí de astronauta las últimas veces que salí
y nada, de hecho en varias discotecas ni siquiera me dejaron entrar”.
Por estas razones, Federico ha
interpuesto una demanda a la compañía AXE por publicidad engañosa y estafa. Por
su parte, el director de relaciones públicas de la compañía ha querido calmar
los ánimos afirmando que “nos mantendremos en contacto con él y trataremos de
llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes” aunque ha añadido más
tarde que “hace falta ser gilipollas para creerte esos anuncios, la verdad.”
Mientras tanto algunas de las
compañeras de trabajo del afectado han reconocido que “parece más atractivo
ahora que sabemos que usa AXE. No es que huela a él, pero en mi mente ya tiene
los abdominales marcados bajo esas camisetas anchas que usa.”
Finalmente Federico ha confesado: “mi mayor temor es
que me caduquen los veinticuatro preservativos que compré con el desodorante”
ya que sería la tercera vez que le pasa, junto a cuando los compró al cumplir
18 años y tras liarse con una tía en un bar “con lo que pensé que mi vida
sexual iba a dar un giro de ciento ochenta grados, la verdad”.
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