viernes, 17 de enero de 2014

Estudiante muere congelada en la biblioteca

Una nueva ola de frío siberiano ha llegado a las bibliotecas universitarias de Madrid. Algunos de los estudiantes, ya han optado por construirse un iglú para poder resistir durante toda la época de exámenes.

Las temperaturas más bajas se han registrado en el campus de Vicálvaro de la URJC, dónde se han encontrado esta mañana el cadáver de una estudiante que, según fuentes de la universidad, “podía llevar allí varios meses”, ya que el frío ha hecho que el cuerpo se conserve perfectamente. La razón por la que no se había encontrado en todo esto tiempo, según estas mismas fuentes, es que “se encontraba en la zona de los libros de derecho puro y esa zona permanece desierta durante la mayor parte del año”.

Este fenómeno ha contrariado a varios expertos en climatología ya que “hace más frío dentro de las bibliotecas que fuera”. Su teoría es que “con los recortes, las universidades pagan tan poco por la calefacción que no tienen derecho ni siquiera al calor humano”.

La dirección de los centros ya ha anunciado que tomará medidas al respecto. La primera de ellas ha sido utilizar las bibliotecas como cámara frigorífica ya que “la electricidad está muy cara y hay que aprovechar para reducir todo lo que se pueda”.


Por su parte los profesores afirman haber encontrado la forma de mantener la temperatura en sus despachos. “Quemamos los exámenes y trabajos de los alumnos” ha confesado uno de ellos. “Así, ya que luego nunca los miramos y ponemos las notas según nos caiga la gente, al menos sirve para algo útil”.

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