El suceso aconteció este domingo
a las 17:00, cuando un platillo volante permaneció suspendido quince minutos
encima del obelisco de Washington. Pasado este tiempo volvió a elevarse y,
según siguieron los distintos satélites, atravesó la atmósfera terrestre de
vuelta al espacio.
Tras la sorpresa inicial, Obama
en persona llamó a un equipo de expertos en relaciones
intergalácticas, quienes le confesaron “no tener ni idea de qué hacer”. “La
verdad, si hubiera querido investigar algo me habría metido en algún campo de
verdad” ha declarado el investigador jefe del grupo. “Estamos aquí porque
siempre hay algún loco que te financia y nos estamos dando la vida padre” ha
añadido su director de comunicación, quien ha admitido que explicarle esto
mismo al presidente de los Estados Unidos no ha sido nada fácil. “El tío va de
enrollado, pero a la hora de la verdad, sentido del humor cero”.
No obstante en Internet ya han
surgido varios millares de frikis, esto… aficionados a la ciencia
extraterrestre, quienes han afirmado en primer lugar que el término correcto
para definir a este vehículo es OVNI (Objeto Volador No Identificado) y no
platillo volante. “No es OVNI, porque todos lo vimos perfectamente - les rebate
uno de los testigos- y era un platillo de esos, como los de las películas de
los 80, se identificaba perfectamente. Seguro que los tíos de dentro eran
verdes y tenían la cabeza grande.”
El equipo de inteligencia
norteamericano está trabajando actualmente en descifrar las ondas de radio
emitidas por los alienígenas. El fragmento traducido actualmente dice: “Nada,
parece que tampoco hay vida desarrollada aquí. Por ahora tan solo existe en
Marte.”
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