viernes, 6 de febrero de 2015

Falsa libertad


¡Buenos días joven! Ha acabado usted sus Estudios Secundarios Obligatorios y ha entrado usted en el maravilloso mundo en el que es dueño de su propio futuro.

Para irse preparando para tomar estas duras decisiones, ¿qué tal un par de añitos más? Haga Bachillerato hombre, y luego ya empieza a decidir de verdad.

¿Ha acabado ya Bachillerato? Muy bien, ya puede empezar a elegir realmente. Veamos, ¿quiere ser universitario, o formar parte de esa escoria social que es prácticamente analfabeta? Sin presiones eh, lo que usted elija. Que si quiere ser un grasiento mecánico incapaz de leer algo que no sea un calendario con tías en pelotas, aquí se le va a respetar tanto como si trabajara en una oficina llevando traje. Sabiendo que será inferior, claro, pero se le respeta.

¿Has elegido ir a la universidad? No me jodas, que sorpresa. Y mira que la decisión era totalmente libre ¿eh?. ¿Y qué serás, un tío listo de ciencias o un vago de letras? Y no te confundas, recuerda que aquí lo importante es que quieras ser un hombre de bien (arquitecto o ingeniero como tu padre, o incluso abogado como tu tío) y no tus verdaderos intereses ni que te gusten o no los números o las palabras. Y que cualquier estudiante de una carrera de ciencias será, por definición, más inteligente que uno de letras. Da igual que tardes ocho años en sacarte la carrera y el otro tenga media de 8,5, es que su carrera es una gilipollez, recuérdalo.

Y ahora, da igual dónde te hayas metido, recuerda que la elección ha sido totalmente libre y lo has hecho porque realmente quieres estar allí cada minuto de cada clase. Puede que el ambiente te parezca de colegio, pero tus profesores ya te recordarán que si estás allí es enteramente porque quieres. Para nada es que la universidad se haya convertido en la nueva Educación Secundaria (o terciaria) Obligatoria, que el 80% de los estudiantes no estén en absoluto motivados por su carrera y que el sistema educativo no posea prácticamente ningún aliciente para sacar buenas notas en lugar de limitarte al aprobado.

Por ello, como tu carrera te apasiona tanto, utiliza todo tu tiempo libre en formarte más. Acude a cursos, seminarios, conferencias… gasta todas tus energías en pensar cómo puedes destacar. No queremos becarios anodinos. Recuerda que, si te lo trabajas mucho durante tus cuatro años de carrera, formándote en muchas más cosas de las que te da la carrera (que todos sabemos que si quieres buena formación tienes que conseguirla fuera), tal vez puedas conseguir un trabajo relacionado con tus estudios al terminar, en el que te paguen 500€ durante un par de años, hasta que consigan algún becario mejor que tú.

Pero, ¡ojo!, que nadie te obliga ¿eh? Si quieres pasar directamente a engrosar la población inactiva y saltarte esos pequeños años de “trabajo”, puedes hacerlo, escoria. Recuerda que, ahora ya, eres libre.


Y por esto es por lo que valoro tanto a la gente capaz de hacer uso real de esta libertad y desviarse del camino dictado para dedicarse a las artes: plásticas, musicales, escénicas… (aunque hasta allí haya gente que se rinda a los títulos y estudie musicología a pesar de saber que podría formarse mejor en una escuela no oficial) o a cualquier otra cosa que realmente les apasione. No nos confundamos, no me refiero a la gente que odia las escuelas y el estudiar y huye del colegio para hacer cualquier otra cosa. Me refiero a alguien que, como yo, sacara un 11,6 (sobre 14) en la PAU y se hubiera atrevido a meterse en cualquier escuela no oficial de lo que le gusta, en lugar de hacer una carrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario