El caso se ha dado en Madrid, donde Cristina, que aseguró
que se iba “para vivir experiencias y aprovechar la juventud”, regresaba esta
misma mañana “sin nada que contar”.
“No sé que ha podido salir mal” declara la afectada,
hundida. “Miré un par de apuntes los primeros días por la tontería esa de
llevar las cosas al día y por si era más difícil en un país extranjero y todo
eso, y cuando me di cuenta ya tenia que volverme.”
Desde el ministerio de educación se muestran prudentes: "por
ahora se trata de un caso aislado, no hay motivos para pensar que puede volver
a ocurrir", aunque admiten que "esto pone en peligro el programa
Erasmus, ya que si se extiende el miedo a no follar entre los alumnos, todas
las becas quedarán vacías".
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