“Pasó la noche
soñando, pero tan sólo cuando despertó se dio cuenta de que podía hacer esos
sueños realidad.”
Con esa frase, que puesta en cursiva y entre comillas
parece una cita de algún texto interesante, pero que me acabo de inventar (y
que desde luego no pertenece al guión de la espléndida obra teatral de la que esta
entrada toma el nombre), introduzco el extraño texto de hoy, que no se muy bien
como catalogar. Tras los exámenes de mayo decidí hacer una pausa estival en el
blog (porque lo de escribir noticias chorras en el fondo cansa), pero
últimamente tengo varios proyectos (de esos que se olvidan en Septiembre) y
pensé que, ya que el bloc es mío, pues los pongo.
En primer lugar conseguí hacer el festival de magia que
llevaba tanto tiempo planeando, y tanto los magos que acudieron como el público,
me animaron a hacer sucesivas ediciones, así que seguramente el próximo curso
haya un nuevo festival (probablemente con malabares y más cosas, además de
magia).
También he cogido bastante interés por YouTube durante
estos meses, aficionándome a algunos, como Lou o El niño de la hipoteca.
Tranquilos, eso no significa que me vaya a intentar hacer YouTuber en
septiembre (aunque también dije que no me haría blogger, así que tampoco os
fiéis demasiado), pero sí he considerado que, si todo el mundo tiene vídeos malos
en la web, por qué yo no.
Por último, tras una actuación en la que disfruté
muchísimo y unos días de práctica, he retomado con fuerza mi amor hacia los
malabares, volviendo con los de toda la vida y probando algunas cosas nuevas.
Como resultado de todo esto, ayer conseguí grabar mi
segundo buen vídeos de malabares, que saldrá en el canal de un nuevo amigo
próximamente (en días, meses… ¿quién sabe?) y que, por supuesto, promocionaré
por aquí.
Pero para que veáis que todo esto no se queda en mera
palabrería, he subido ya a YouTube 4 vídeos de una calidad francamente mala,
con los que comienzo y experimento, tanto a nivel de malabares, como de creador
de vídeos. Y rentabilizo mi material de tenis.
En primer lugar os ofrezco un maravilloso vídeo en el que
ni siquiera he editado el ruido de fondo y la cámara se mueve estratégicamente
para que las pelotas se salgan de plano. En él me podéis ver haciendo malabares
con lo que, seguramente, sea un elemento nuevo para todos vosotros. Para los
que tengáis una raqueta vieja y no sepáis que hacer con ella, probar esto.
A continuación ofrecemos diversos usos que se le pueden
dar al bote en el que vienen las pelotas, sentado o de pie (a gusto del
consumidor).
Y como plus, un “Anything can be juggled” (que pongo en
inglés porque en español no exite el verbo malabarear).
Un número menos bonito que los anteriores, pero útil para que veáis que no hace
falta llevarse malabares a una piscina, todo sirve.
Pd: Como siempre, doy la bienvenida a comentarios. Pero
dejemos clara una cosa, todos sabemos que estos vídeos son una mierda. Y que el
máximo de edición que les haya hecho sea poner en vertical los que me grabaron
girado no dice mucho bueno de mí. Pero tomad esto simplemente como una
declaración de intenciones y un aperitivo de lo que vendrá (vídeos con
malabares de toda la vida y grabados y montados por gente que sabe del tema).
Pd2: Dicho esto, le veo cierta gracia a los vídeos
grabados a lo cutre e improvisados (no creáis que estas cutreces estaban
planeadas) así que tal vez suba más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario