domingo, 27 de julio de 2014

Análisis de un prospecto

A mis 20 años, creo que hoy ha sido la primera vez que he leído el prospecto de un medicamento. Entero. No como lo leen muchos adolescentes, que se fijan únicamente en esta parte y se ponen ciegos a Zaditen (nunca mejor dicho, ya que es un colirio).


Y es una pena, debería haberlo hecho mucho antes. En este pequeño papel es dónde las farmaceúticas de verdad se sinceran contigo, se olvidan del dinero y te dicen lo que es mejor para ti. De hecho, antes de que vayas a usarlo, ya te recomiendan no hacerlo. Ya te has dejado la pasta, no te dejes también la vista.


 Pero aquí también encuentras consejos útiles, dónde los farmaceúticos aplican todos sus estudios y experiencia. Por ejemplo, si te has olvidado de usar el medicamente, vuelve a usarlo cuando te acuerdes. No antes, porque no se puede retroceder en el tiempo y no después, porque seguro que se te vuelve a olvidar, que tienes la cabeza pájaros.



Y por último, es vital leer los prospectos para conocer los efectos secundarios que pueda tener el medicamento. En este caso eliminan los tecnicismos para decirnos que Zaditen puede tener efectos adversos, como todos los medicamentos (que a ver si nos creíamos que esto era la panacea). Pero para tranquilizarnos añaden que no todas las personas lo sufren, lo mismo te toca lo mismo no. La nueva ruleta rusa consiste en reunirse una serie de amigos con una dosis de Zaditen para cada uno y disfrutar del riesgo.




Pd: tras leer esto, mi madre ha insistido en que me eche una dosis en cada ojo. Se admiten apuestas sobre si me tocarán los efectos adversos.

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