Ayer recibí una carta de propaganda de un partido
político, con motivo de las elecciones europeas. Dicha carta (junto con algunas
anotaciones de mi cosecha) está en la imagen superior. Si hacéis zoom muchas,
muchas veces, creo que podréis leerla.
Por cuidar su privacidad no diré el nombre de este partido
encabezado por Mariano Rajoy, ya que no quiero que se piense que a mi barrio,
cuya media de edad ronda los ochenta, solo llega propaganda de este partido.
Sería como decir que la mayoría de sus votantes son personas que abren La Razón
cada día murmurando que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y eso empañaría esa
maravillosa objetividad que tanto me representa.
Precisamente en virtud a dicha objetividad, enfocaré el
asunto no como votante, sino como estudiante de Publicidad y Comunicación. Así,
además de sacar esa media sonrisa (tampoco voy a creer que os carcajeáis ante
vuestros ordenadores) tan usual cuando se me lee, trataré de dar ciertos datos
e información relevante acerca de la comunicación corporativa.
Desde este aspecto, debo decir que me resulta algo falso
el “aprovechar esta oportunidad para agradecerte PERSONALMENTE todos los
esfuerzos…” No es que no me crea que estás pensando personalmente en mí
diariamente, pero cuando he recogido solo en mi buzón tres cartas iguales para
toda mi familia, me vuelvo un poco escéptico con el tema. Vamos, que por mucho
que se lleve actualmente lo de personalizar los servicios, no intentéis meter
cosas que no van a colar ni con calzador.
Posteriormente utilizan un recurso que sí me gusta. La
frase es: “Quizá pienses que en estas elecciones no TE juegas nada (…) nada más
leos de la realidad. En estas elecciones NOS jugamos mucho.” Esta inclusión del
partido, lograr convertir el singular de tu persona en un plural conjunto, hace
que se sienta que están a tu lado, que estáis juntos en esto. Una forma muy
buena de crear atracción y complicidad con el potencial votante. Me quito el
sombrero.
No obstante, después vuelven a cagarla. Digo, a la carga
(el autocorrector, ya sabéis) En situaciones de crisis de comunicación (como,
no nos engañemos, tiene este gobierno actualmente) no debes mencionar el principal
problema de tu empresa (o partido, o gobierno, que viene a ser lo mismo) a no
ser que lo hagas de manera clara, pidiendo disculpas por él o hablando de su
solución. Exactamente en esta carta pone: “Seguir con las políticas que están
haciendo que la mitad de la reducción del paro en toda la UE sea gracias a
España”. No se vosotros, pero yo en un primer vistazo no he entendido esa
frase. Pero he visto juntas las palabras políticas
y paro. Y esas son palabras que
no les conviene que se relacionen.
Concluyendo la carta, realizan una sutil campaña en contra
de los partidos minoritarios, mediante la siguiente frase, en negrita: “Es
tanto lo que está en juego que solo partidos
grandes (…) tienen la capacidad necesaria para influir en la UE”. Que
elegancia, que sutileza.
Finalmente, para disipar cualquier duda de que la carta no
estuviese escrita personalmente para ti con todo su amor, se halla una
fotocopia de la firma de Rajoy, junto con un “Muchas gracias”. A mano. Si eso
no te convence de que lleva pensando únicamente en ti toda la legislatura, no
sé qué lo hará.
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